Lo que tú hiciste estuvo mal. Lo que viviste no fue lo mejor para ti. Tu corazón no tenía porque romperse. La culpa, la vergüenza y el dolor son el resultado de lo que pasó. No lo niego, más aún reconozco que no fue lo correcto.
Pero ahora me doy cuenta que ya no tengo porqué vivir en el pasado. Sí, estuvo mal; sí, lo justo es que el culpable pague. Pero ya vino alguien a pagar esa deuda para que tú no tuvieras que pagar ese precio tan caro, porque ese precio te iba a destruir. Porque lo que hiciste era tan malo que las consecuencias iban a destruirte, pero ese alguien ya fue destruido en tu lugar para que tú fueras libre.
Ahora puedes perdonar con la confianza de que ya se hizo justicia, y sabiendo que te espera un mejor futuro, un corazón restaurado y las consecuencias de una vida de rectitud - que alguien ya vivió por ti en tu lugar. Ese alguien vivió justo y murió para que su justicia viviera en ti, y se levantó para que tú supieras que después de la catástrofe hay un futuro mejor. La deuda que tenías por lo que hiciste ya fue pagada, para que tú no la tuvieras que pagar y vivieras un mejor futuro en su lugar.
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